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Capítulo 1

Babilonia la Grande y Sion celestial en Revelación

DESDE su mismo principio Babilonia fue enemiga del pueblo de Jehová Dios. Babilonia fue fundada por Nemrod, “poderoso cazador en oposición a Jehová,” en una llanura en la tierra de Sinar. (Génesis 10:8-10; 11:1-9) Desde aquella tierra vinieron los invasores y entraron en la Tierra Prometida en los días de Abrahán el patriarca y Melquisedec el sacerdote-rey de Salem. Abrahán subió al norte en persecución de los invasores y los puso en fuga y recobró todo el botín y los cautivos que habían tomado del país. Al regresar salió a su encuentro Melquisedec, quien salió de su ciudad para encontrarse con el vencedor.

2 Cuando Melquisedec bendijo a Abrahán en el nombre del Dios Altísimo, Melquisedec probó que él y su ciudad Salem estaban en contra de aquellos merodeadores procedentes de la tierra de Sinar con su ciudad principal Babilonia. (Génesis 14:1-20) Se cree que la antigua Salem fue el núcleo de la ciudad de Jerusalén; el nombre Salem fue incorporado en el nombre Jerusalén. La alta cresta de tierra conocida como el monte Sion tiene que haber estado asociada con Salem o hasta haber sido parte de ella, porque informes de más tarde indican que era en el monte de Sion donde estaba la ciudadela de Jerusalén cuando David fue rey de Israel. Así, por esa asociación, Sion y Babilonia quedan colocadas como enemigas una de la otra desde el mismo primer libro de la Santa Biblia.—Miqueas 7:8.

3 Esta enemistad entre Babilonia y Sion sigue adelante hasta el mismo último libro de la Biblia, Revelación o Apocalipsis. En ese libro se ve que la enemistad de mucho tiempo entre las dos organizaciones llega a su fin con la destrucción eterna de Babilonia y el triunfo glorioso de la muy perseguida Sion (Jerusalén). Esta culminación de la hostilidad entre las dos organizaciones súbitamente salta a la atención en el capítulo catorce de Revelación. Desde allí en adelante hasta el fin de la Biblia seguiremos ahora el emocionante drama en el cual Babilonia y Sion desempeñan papeles opuestos.

4 Hacia el fin del primer siglo de nuestra era común el perseguido apóstol Juan escribió Revelación, en la isla-prisión romana de Patmos, a las afueras de la costa de Asia Menor. Él nos describe vívidamente lo que como persona favorecida vio en una visión profética, bajo la inspiración de la fuerza activa o espíritu de Dios. Leemos sus palabras:

5 “Y vi, y, ¡miren! el Cordero de pie sobre el monte Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escrito en sus frentes el nombre de él y el nombre de su Padre. Y oí un sonido procedente del cielo como el sonido de muchas aguas y como el sonido de fuerte trueno; y el sonido que oí fue como el de cantantes que se acompañan a sí mismos con el arpa tocando sus arpas. Y están cantando como si fuera una canción nueva delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y de las personas de mayor edad; y nadie pudo aprender esa canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra. Estos son los que no se contaminaron con mujeres; de hecho, son vírgenes. Estos son los que van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero, y no se halló en su boca falsedad; son sin tacha.”—Revelación 14:1-5.

6 Cuando el apóstol Juan escribió hace mil novecientos años esta visión que le fue dada, la intención de ésta era, como él dice, “mostrar a sus esclavos [los de Dios] las cosas que tienen que efectuarse dentro de poco.” (Revelación 1:1) Después de todos estos siglos, con toda su historia registrada, estas cosas que fueron presentadas a Juan “en señales” deben para ahora haber acontecido o estar por acontecer. ¿Qué vemos hoy, pues?

7 Mire al Oriente Medio, al monte Sion en lo que fue parte del país de Jordania. ¿Vemos al resucitado Cordero de Dios de pie allí? ¡No! Y el glorioso y celestial Cordero de Dios no estará de pie visiblemente de nuevo en la carne en ese monte Sion terrestre. ¿Por qué tendría que hacer eso? Hace diecinueve siglos, después de su ascensión al cielo, Jehová Dios lo colocó en el Sion celestial como la simbólica Preciosa Piedra Angular Probada. De modo que allá en el Sion celestial permanece colocado como “fundamento seguro.” (Isaías 28:16; 1 Pedro 2:4-6) A este monte Sion celestial vienen los 144.000 que “van siguiendo al Cordero no importa adónde vaya.” Así, el monte Sion que el apóstol Juan vio en esta visión era una ‘señal.’ Significaba, simbolizaba, el monte Sion invisible, celestial; y allí es donde está ubicada la “Jerusalén celestial,” la santa ‘ciudad de Dios.’—Hebreos 12:22.

8 El Cordero simbólico es Jesucristo resucitado y glorificado, a quien Revelación 5:5 identifica como “el León que es de la tribu de Judá, la raíz de David.” ¡Qué apropiado que Este esté de pie sobre el monte Sion celestial! ¿Por qué? Porque su antepasado el rey David capturó el monte Sion terrestre, y la ciudadela que había sobre éste llegó a ser llamada “la ciudad de David.” (2 Samuel 5:4-9) El que esté de pie allí indica que ha comenzado a reinar, pues ésta es la expresión bíblica que se usa para Significar que un rey ha tomado el poder para reinar. (Daniel 12:1) Acerca de este acontecimiento, el Salmo 2, escrito por el rey David y aplicado por el apóstol Juan y sus compañeros apóstoles al ungido Jesús, dijo esto: “Los reyes de la tierra toman su posición y los funcionarios encumbrados mismos se han reunido en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido, . . . Jehová mismo hará escarnio de ellos. En aquel tiempo les hablará en su cólera, . . . diciendo: ‘Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sion, mi santa montaña.’”—Salmo 2:2-6; Hechos 4:19-30.

9 El tiempo representado en Revelación 14:1 debe ser, por lo tanto, 1914 E.C. y en adelante. En aquel año expiraron los Tiempos de los Gentiles, lo que quiso decir que había llegado el tiempo señalado para que el reino de Dios en la línea real de David fuera establecido y así este reino, que había sido representado por la Jerusalén terrestre, ya no habría de ser pisoteado por las naciones gentiles. Por lo tanto, el Cordero tiene que ponerse de pie sobre el monte Sion.

10 Después que Jehová Dios instaló al Cordero como Su Rey en el monte Sion celestial en 1914, había llegado el tiempo para que los 144.000 fieles seguidores del Cordero fueran reunidos a él allí. Esto nos lo indica definitivamente Revelación 11:15-18, donde Juan dice:

11 “El séptimo ángel tocó su trompeta. Y ocurrieron voces fuertes en el cielo, diciendo: ‘El reino del mundo ha llegado a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás.’ Y las veinticuatro personas de mayor edad que estaban sentadas sobre sus tronos delante de Dios cayeron sobre sus rostros y adoraron a Dios, diciendo: ‘Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, el que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has empezado a gobernar como rey. Pero las naciones se airaron, y vino tu propia ira, y el tiempo señalado para que los muertos fuesen juzgados, y para dar su galardón a tus esclavos los profetas y a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y para causar la ruina de los que están arruinando la tierra.’”

12 Tomemos ahora unas medidas por acontecimientos paralelos de hace diecinueve siglos. En la primavera de 33 Jesucristo fue resucitado de entre los muertos. Esto fue tres años y medio después que llegó a ser Mesías el Caudillo al ser ungido con espíritu santo. Por eso, ahora medimos tres años y medio desde principios del otoño de 1914. Esto nos lleva a la primavera del año 1918, poco después de la Pascua, cuando fieles seguidores ungidos del Cordero celebraron el aniversario de la cena del Señor, la Última Cena según se le llama comúnmente. (1 Corintios 11:20) En paralelo, para aquel tiempo del año los seguidores fieles que habían terminado su carrera terrestre en muerte de sacrificio habrían de ser resucitados. ¿Con qué cuerpo? 1 Corintios 15:35-50 responde diciendo:

13 “‘¿Cómo han de ser levantados los muertos? Sí, ¿con qué clase de cuerpo vienen?’ . . . Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, se levanta en incorrupción. Se siembra en deshonra, se levanta en gloria. Se siembra en debilidad, se levanta en poder. Se siembra cuerpo físico, se levanta cuerpo espiritual. Si hay cuerpo físico, también lo hay espiritual. Así también está escrito [en Génesis 2:7]: ‘El primer hombre Adán vino a ser alma viviente.’ El último Adán vino a ser un espíritu dador de vida. . . . Y así como hemos llevado la imagen de aquel hecho de polvo, llevaremos también la imagen del celestial. Sin embargo, esto digo, hermanos, que carne y sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni tampoco la corrupción hereda la incorrupción.”

14 En vista de que el monte Sion en Revelación 14:1 es celestial y en vista de que los 144.000 seguidores fieles no podían heredar el Sion celestial con “carne y sangre” y corrupción humana, tenían que ser resucitados con un “cuerpo espiritual” a la imagen del Cordero celestial, Jesucristo glorificado. Por lo tanto la resurrección de ellos a la vida celestial con él era invisible a los ojos humanos. Esto está en armonía con lo que dice Revelación 14:3, 4 acerca de ellos: “Los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra. . . . Estos fueron comprados de entre la humanidad como primicias para Dios y para el Cordero.”

15 Esto significa que estos 144.000 ya no serían parte de la humanidad; ya no serían criaturas humanas de carne y sangre. Habrían de ser como las primicias que el sumo sacerdote judío tomaba de la siega del trigo y ofrecía a Jehová Dios el día del Pentecostés en el templo en Jerusalén. (Éxodo 23:16; Levítico 23:15-21) Puesto que los 144.000 seguidores fieles del Cordero eran como las primicias tomadas de la siega del trigo judía, lo demás de la siega del trigo debe representar a los demás hombres de carne y sangre.

16 Muy apropiadamente, pues, fue en el día del Pentecostés del año 33 que los primeros de los 144.000 fueron ofrecidos a Dios por el Sumo Sacerdote celestial Jesucristo, quien derramó espíritu santo sobre ellos, así ungiéndolos para que fueran miembros de su congregación, su clase de la Novia. Puesto que el Pentecostés judío vino precisamente el día quincuagésimo después de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, esto mostraría qué esperar en 1918 según la regla de paralelos de tiempo. ¿Qué? Que los de los 144.000 que ya habían muerto fieles hasta el fin fueran resucitados invisiblemente, no con cuerpos de carne y sangre, sino con cuerpos espirituales invisibles en la primavera de 1918.

17 A los 144.000 se les toma de entre los hombres y las mujeres, pero todos están comprometidos para casarse con el Novio celestial y ser su Novia. En el antiguo Israel al sumo sacerdote solo se le permitía tomar por esposa a una virgen. Puesto que Jesucristo es el Sumo Sacerdote de Jehová, armoniza con la regla de Israel el que él tuviera solo una virgen como su Novia celestial. (2 Corintios 11:2) Por lo tanto se requiere de los 144.000 que ‘no se contaminen con mujeres’ sino que se mantengan “vírgenes.” Hacen esto no manchándose con este mundo por medio de un casamiento religioso con organizaciones religiosas de este mundo semejantes a mujeres. No deben ser como las vírgenes de la antigua Babilonia, que, antes que pudieran casarse legalmente, tenían que ir al templo de Venus (Astarté o Istar) y prostituirse a ella entregándose a una violación pagada de su virginidad por el que mayor precio ofreciera. No pueden ser ninguna de las “rameras” producidas por Babilonia. (Santiago 1:27; 4:4) Si lo fueran, el Novio celestial nunca los incluiría en su Novia.

18 En vista de que “no se halló en su boca falsedad” y “son sin tacha,” es cosa segura que siempre hablan la verdad pura de las buenas nuevas del reino de Dios. No se apegan a las enseñanzas falsas de Babilonia ni propagan sus mentiras y falsa religión. No tienen el nombre de ella en sus frentes como si fueran esclavos de Babilonia y pertenecieran a ella. En vez de eso, los 144.000 tienen el nombre del Cordero Jesucristo y el nombre de su Padre escritos en sus frentes. Esto identifica clara y públicamente a Aquellos a quienes ellos pertenecen como esclavos y seguidores. Como la Novia del Cordero, ellos correctamente tomarían su nombre. Puesto que en el libro se hacen dos menciones del lenguaje hebreo (Revelación 9:11; 16:16) y puesto que el apóstol Juan era hebreo, sin duda alguna fue el sagrado tetragrámaton hebreo (יהוה) lo que también vio escrito en la frente de los 144.000, porque YHWH (יהוה) es lo que Jehová dice que su nombre es. Ese hecho hace cosa segura el que los 144.000 cristianos fieles vistos sobre el monte Sion son testigos de Jehová.—Isaías 43:10.

19 El lugar donde están y lo que hacen apoya este hecho. Juan en visión oyó que se cantaba una canción. El sonido de ésta era tan poderoso que era como el sonido de muchas aguas y el sonido de fuertes truenos. ¿Quiénes son los cantantes? Se nos dice que “nadie pudo aprender esa canción sino los ciento cuarenta y cuatro mil, que han sido comprados de la tierra.” Por lo tanto los cantantes deben ser los 144.000. Mientras cantan, tocan arpas para acompañarse.

20 Lo que cantan es “como si fuera una canción nueva,” con el resultado de que son los primeros que dan expresión vocal a la canción. Es algo nuevo para el oído de todos los demás; y lo cantan como resultado de su propia experiencia personal que ninguna otra criatura excepto el Cordero y ellos mismos han tenido. Ciertamente la “canción nueva” que se le cantaba al Cordero tiene referencia a ellos, porque dice: “Digno eres de tomar el rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre compraste para Dios personas de toda tribu y lengua y pueblo y nación, e hiciste que fuesen un reino y sacerdotes para nuestro Dios, y gobernarán como reyes sobre la tierra.” (Revelación 5:9, 10) Puesto que son resucitados de entre los muertos después que el reino de Dios ha sido establecido y puesto que se les asigna a un lugar en el monte Sion como una clase del Reino y para ‘gobernar como reyes’ junto con el Cordero de Dios, su canción nueva sería acerca de este Reino de Dios como gobierno que ahora ha sido establecido en 1914, al fin de los Tiempos de los Gentiles. A los 144.000 en particular aplicaría este mandato de Salmos 96:1, 10; 98:1, 5; 149:1, 2:

“Canten a Jehová una canción nueva. Canten a Jehová, oh gentes de toda la tierra. Digan entre las naciones: ‘Jehová mismo ha llegado a ser rey. La tierra productiva también queda firmemente establecida de modo que no se le puede hacer tambalear. Él abogará la causa de los pueblos en rectitud.’” “Canten a Jehová una canción nueva, porque maravillosas son las cosas que él ha obrado. Su diestra, aun su santo brazo, le ha ganado salvación. Prodúzcanle melodía a Jehová con el arpa, con el arpa y la voz de melodía.” “¡Alaben a Jah! Canten a Jehová una canción nueva, su alabanza en la congregación de los leales. Regocíjese Israel en su magnífico Hacedor, los hijos de Sion... estén gozosos en su Rey.”

21 ¿Dónde están estos 144.000 cantando la “canción nueva”? Sobre el monte Sion. Allí están de pie con el Cordero, pero al mismo tiempo de pie “delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y de las personas de mayor edad.” Revelación 4:4-11 revela que estas cuatro “criaturas vivientes” y las veinticuatro “personas de mayor edad” están alrededor del trono de Jehová Dios en el cielo. De modo que tiene que ser que aquí el monte Sion sea el celestial, y no el monte Sion literal sobre el cual hoy se levanta una antigua ciudad murada que hoy día está ocupada por israelíes. Al monte Sion celestial es adonde ha venido el resto de miembros en perspectiva de los 144.000 que todavía están en la Tierra.—Hebreos 12:22.

BUENAS NUEVAS Y UN MENSAJE DE JUICIO

22 Lo siguiente que ve el apóstol Juan en visión encaja bien en el “tiempo del fin,” que empezó para este viejo mundo en el año 1914, que fue también el año en que el reino de Dios por su Cordero comenzó a regir. Juan dice: “Y vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, y tenía buenas nuevas eternas que declarar como noticias gozosas a los que moran en la tierra, y a toda nación y tribu y lengua y pueblo, diciendo con voz fuerte: ‘Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora del juicio por él, de modo que adoren al que hizo el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de aguas.’”—Revelación 14:6, 7.

23 Este ángel volaba relativamente cerca de la Tierra, porque Revelación 19:17 habla también de “todas las aves que vuelan en medio del cielo.” Desde esta posición relativamente baja el ángel volador habló, en la visión, directamente a los que moraban en la Tierra fuera cual fuera la nación, tribu, lengua y pueblo. Su mensaje era internacional. En el cumplimiento de esta visión en el “tiempo del fin,” este mensaje de tan tremenda importancia no es entregado directamente, audiblemente, por ningún ángel en medio del cielo donde ahora vuelan nuestros aviones además de los pájaros. Es entregado a personas en la Tierra por adoradores que temen a Dios y le dan gloria. Estos son los seguidores del Cordero, que obedecen su palabra dada hace mucho tiempo en su profecía sobre el fin de este mundo o sistema de cosas. Tienen que entregar el mensaje, porque fue a sus discípulos que Jesús dijo: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mateo 24:3, 4, 14) Note el propósito de la predicación de estas buenas nuevas del Reino: se hace “para testimonio.” Por lo tanto la efectúan testigos del Reino.

24 Las noticias del reino de Dios, aun cuando todavía venía, eran evangelio o buenas nuevas. (Mateo 4:23; Marcos 1:14, 15) Las noticias de que el reino de Dios ya estaba establecido y puesto en operación en los cielos eran noticias todavía mejores. Fue originalmente en 1920 que discernimos que las buenas nuevas del reino de Dios establecido en los cielos en 1914 (E.C.) habían de predicarse en cumplimiento de Mateo 24:14. Este versículo fue el texto temático del artículo “Evangelio del Reino” que se publicó en The Watch Tower en inglés (hoy La Atalaya en español) con la fecha del 1 de julio de 1920. En el último párrafo de la página 199, el artículo citó la profecía de Jesús en Mateo 24:14 y entonces pasó a decir:

Debe notarse que él no dice que se predicará el evangelio que ha sido predicado a los mansos durante toda la era del Evangelio. Entonces, ¿a qué evangelio pudiera referirse? El evangelio significa buenas nuevas. Aquí las buenas nuevas se refieren al fin del viejo orden de cosas y el establecimiento del reino del Mesías. Significan que la oscura noche del pecado y la tristeza está pasando. Significan que el imperio de Satanás está cayendo, y nunca se levantará de nuevo. . . .

. . . Claramente esto parecería indicar que ahora la iglesia debe participar en la proclamación de estas buenas nuevas como testimonio a las naciones de la Tierra, y entonces el viejo orden pasará enteramente y el nuevo llegará. De seguro no podría haber noticias mejores, noticias más confortantes y útiles para la gente de la Tierra en este tiempo de angustia. . . . Es evidentemente el mismo mensaje y la misma clase de los cuales el profeta Isaías tuvo una visión y acerca de los cuales escribió: “¡Cuán hermosos sobre las montañas son los pies del que trae buenas noticias, que publica la paz; que trae buenas noticias de bien, que publica salvación; que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!”—Isaías 52:7, VA.

Manifiestamente, pues, muestra que los últimos miembros del cuerpo de Cristo . . . son los que ahora deben estar delante de, o sobre, los reyes de esta Tierra y llevarles las buenas nuevas, publicando paz y salvación, porque el Señor ha llegado. ¡Ha tomado su gran poder y reina!

25 Poco tiempo después de eso, a saber, el viernes 8 de septiembre de 1922, en una asamblea internacional de estudiantes no sectarios de la Biblia en Cedar Point, Ohio, en un discurso sobre “El Reino” a las 9:30 de la mañana, se les dijo que tenían que ser testigos del Señor Dios, es decir, testigos de Jehová. El orador, J. F. Rutherford, entonces presidente de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, citó Isaías 43:8-12 (VA) a las miles de personas en asamblea y entonces pasó a decir:

Así vemos que los de la clase del templo son designados claramente en este tiempo como los testigos del Señor, para llevar un mensaje de consuelo a la gente, que el reino de los cielos ha llegado, y que millones que ahora viven no morirán jamás. Así se ve que Dios se propone que su nombre sea magnificado, que la gente sepa que él es Señor. Así vemos que Dios se propone tener un pueblo en la Tierra en este tiempo de tensión, claramente marcado como separado y distinto de todos los demás, estando de pie como sus testigos, clamando denodadamente el mensaje: “¡El reino de los cielos se ha acercado!”

. . . Esto lo corrobora el Señor en Mateo 24:14. Claramente, pues, se da la prueba de que la clase del templo debe continuar declarando este mensaje del reino hasta que termine su carrera terrestre. Tienen que ser sus testigos fieles hasta que los muros de Babilonia caigan a tierra desmoronados.

. . . Sean fieles y verdaderos testigos para el Señor. Sigan adelante en la lucha hasta que todo vestigio de Babilonia quede desolado. Proclamen el mensaje lejos y extensamente. El mundo tiene que saber que Jehová es Dios y que Jesucristo es Rey de reyes y Señor de señores. Este es el día de todos los días. ¡Miren, el Rey reina! Ustedes son sus agentes de publicidad. Por lo tanto, anuncien, anuncien, anuncien al Rey y su reino.—Páginas 336, 337 de The Watch Tower con fecha del 1 de noviembre de 1922.

26 Esta obra de anunciar el reino establecido de Dios se efectuó desde entonces en adelante como nunca antes. En 1971, después de cuarenta y nueve años de actividad, estas buenas nuevas del Reino se predicaban verbalmente y por página impresa en 207 países, territorios, provincias, colonias y grupos insulares en más de 160 idiomas, bajo la supervisión de 93 oficinas sucursales de la Sociedad Watch Tower Bible and Tract de Pensilvania. Al resto pequeño y menguante de los 144.000 que todavía está en la Tierra se les ha unido en la obra una “grande muchedumbre” de personas piadosas dedicadas que han procedido de todas las naciones desde 1931, de modo que en el año de 1971 el número combinado de anunciadores del Reino por toda la Tierra fue de más de un millón quinientos mil.—Revelación 7:9, 10.

27 En 1925 el resto ungido llegó a comprender más que anteriormente que había llegado el tiempo para que Jehová ganara fama para su nombre. Muy lógicamente, al principio del año siguiente, en el número de The Watch Tower con fecha del 1 de enero de 1926, se publicó el artículo principal intitulado “¿Quién quiere honrar a Jehová?” El resto fiel contestó la pregunta con un positivo “¡Nosotros lo haremos!” Los años subsiguientes comenzaron con artículos principales apropiados en The Watch Tower en el primer número de cada año sucesivo: para 1927, “Jehová y sus obras”; para 1928, “Honrar Su nombre”; para 1929, “Alabaré a mi Dios”; y para 1930, “Cantad a Jehová.”

28 La gran culminación de todo esto vino el año siguiente, el domingo 26 de julio de 1931, en la asamblea internacional celebrada en Columbus, Ohio, EE. UU. Allí, a las cuatro de la tarde, se leyó una resolución a los millares que se habían reunido en asamblea, y el presidente J. F. Rutherford, después de esa lectura, presentó un argumento dando apoyo bíblico a la resolución que decía que:

Sin vacilación declaramos nuestra lealtad y devoción a Jehová Dios y su reino; que somos siervos de Jehová Dios bajo mandato de efectuar una obra en su nombre, y, en obediencia a su mandamiento, presentar el testimonio de Jesucristo, y dar a conocer a la gente que Jehová es el Dios verdadero y Todopoderoso; por lo tanto gozosamente abrazamos y tomamos el nombre que la boca del Señor Dios ha nombrado, y deseamos ser conocidos como y llamados por el nombre, a saber, testigos de Jehová.—Isa. 43:1-12; 62:2; Rev. 12:17.

29 Esta resolución fue adoptada entusiástica y gozosamente por la asamblea internacional de miles de miembros del resto ungido. Más tarde las congregaciones alrededor del mundo adoptaron la misma resolución, identificándose así como testigos de Jehová. La resolución fue publicada también en millones de ejemplares en varios idiomas por toda la Tierra. Especialmente entonces fue como si el nombre sagrado YHWH (יהוה) se hubiese visto claramente escrito en las frentes de los del resto. De este modo la cristiandad y lo demás del mundo recibieron notificación de que Jehová tenía sus testigos cristianos en la Tierra para dar a conocer su nombre y sus propósitos. Desde aquel tiempo una “grande muchedumbre” de buscadores de Dios han aceptado el testimonio dado por el resto y se han asociado con el resto y han escogido igualmente ser llamados por ese nombre bíblico de testigos de Jehová.—Vea The Watch Tower del 15 de septiembre de 1931, páginas 278, 279.

30 Junto con declararse las buenas nuevas del recién establecido reino de Jehová había de entregarse un mensaje de juicio. Esto se debía a que, como dijo el ángel que volaba en medio del cielo, “ha llegado la hora del juicio por él.” En cierto sentido, este hecho también era buenas nuevas, alegres noticias, porque la llegada de la hora de juicio de Dios significaba que él como Juez Supremo enderezaría todos los asuntos, vindicando su propia soberanía universal y santo nombre y librando a sus siervos fieles de servidumbre y esclavitud a la organización opresora del Diablo. Su fiel resto en la Tierra, si pasaban el juicio con mérito, serían introducidos en el gozo del Señor Jesucristo, el Rey reinante.—Mateo 25:14-30.

31 La llegada de la hora para que Dios el Creador juzgara daba más razón todavía para que personas en todas partes de la Tierra ‘temieran a Dios y le dieran gloria . . . de modo que adoraran al que hizo el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de aguas.’ ¿Qué hay, pues, en cuanto a la “grande muchedumbre” de personas semejantes a ovejas de todas partes del mundo? Según los hechos históricos, el tiempo de juicio para ellas empezó en la parte final de 1931, cuando el resto ungido, bajo el nombre “testigos de Jehová,” comenzó a volver la atención a estas “otras ovejas.” El efecto de esto resultó ser tal como Jesús había predicho en su profecía acerca del fin del mundo: “Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. Y todas las naciones serán juntadas delante de él, y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha, pero las cabras a su izquierda.”—Mateo 25:31-33; Revelación 7:9-17; Juan 10:16; Ezequiel 9:4-6.

“BABILONIA LA GRANDE HA CAÍDO”

32 En el sexto siglo antes de Cristo fue buenas nuevas para muchos el anuncio que se hizo de que Babilonia había caído ante los medos y persas. Su derribo vino como un acto de juicio de parte de Jehová Dios contra la inicua opresora de su pueblo desterrado. Por eso fue algo que simplemente estaba en el orden correcto de las cosas el que, después que el apóstol Juan vio y oyó a un ángel en medio del cielo declarar buenas nuevas y anunciar la llegada de la hora del juicio de Dios, oyera la proclamación del gran acto de juicio de Dios. Dice Juan: “Y otro, un segundo ángel, siguió, diciendo: ‘¡Ha caído! ¡Babilonia la grande ha caído, la que hizo que todas las naciones bebieran del vino excitador de pasiones de su fornicación!’”—Revelación 14:8.

33 Juan tuvo una visión de esto en la última década de nuestro primer siglo, es decir, más de seis siglos después que la antigua Babilonia sobre el río Éufrates cayó de su posición como la Tercera Potencia Mundial y entregó la dominación mundial a una potencia aria, los medos y persas. Al tiempo de la visión apocalíptica de Juan, lo que quedaba de la ciudad literal de Babilonia iba decayendo en dirección a su desaparición final. Cuando los Tiempos de los Gentiles terminaron en el año 1914 y la visión de Juan comenzó a cumplirse, la antigua Babilonia estaba señalada por solo unas cuantas ruinas que poco tiempo antes habían sido sacadas a luz por excavación. Después de dieciocho años de obra de excavación comenzada en 1899 y efectuada para la Sociedad Oriental Alemana bajo la dirección del profesor Robert Koldewey, gran parte de las ruinas de la antigua Ciudad Maravillosa quedó expuesta a la vista del turista curioso. En el año 1917 E.C. hubo que descontinuar la excavación de la antigua Babilonia debido a la penetración de los ejércitos británicos en Mesopotamia durante la I Guerra Mundial.

34 ¿Qué, pues, es la “Babilonia la grande” cuya caída fue anunciada proféticamente por aquel “segundo ángel”?

35 Se le llama por el nombre de una ciudad, pero es únicamente una ciudad simbólica, como la ciudad que Revelación 11:8 describe como “la gran ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también el Señor de ellos fue fijado en el madero.” Únicamente podemos entender lo que simboliza Babilonia la Grande al verla contra el fondo de historia que las inspiradas Escrituras Hebreas pintan de la Babilonia antigua.

36 Recordemos que la Babilonia original fue fundada al ocurrir un separarse de la adoración de Jehová y de lealtad a él como Dios, porque Babilonia fue establecida por uno que se rebeló contra él. Ese rebelde fue estigmatizado como “Nemrod poderoso cazador en oposición a Jehová.” Más tarde los habitantes de aquella ciudad pagana la llamaron la “Puerta de Dios.” No obstante, Jehová llamó a la ciudad Babel, que significa “Confusión,” porque él confundió el idioma de los edificadores de la ciudad y su torre. (Génesis 10:8-10; 11:5-9) Babel (griego, Babilonia) nunca fue una ciudad hebrea; nunca fue judía; nunca fue mesiánica o cristiana, porque nunca fue la organización de Jehová Dios. Siempre estuvo contra el pueblo escogido de él, y por lo tanto estuvo contra Sion. En los días de la dinastía de Nabucodonosor como reyes de Babilonia ella aparentemente se había tragado a la nación escogida de Israel “como una culebra grande” o dragón. (Jeremías 51:34) El propósito de Babilonia era mantener a Israel en posición baja.

37 Como potencia mundial semítica por más de setenta años, Babilonia era, por supuesto, política. Era militarista. Era altamente dada al comercio. Pero era sobresalientemente religiosa. Las inscripciones cuneiformes excavadas en el Oriente Medio muestran el mucho énfasis que daba a la religión. Los gobernantes militaristas de Asiria llevaban registros detallados en los cuales frecuentemente se incluían hasta los nombres y los resultados, en lo político, de los reyes de Judá e Israel, con información histórica de fondo. Pero en cuanto a la Babilonia bajo la dinastía de Nabucodonosor, los registros no mencionan mucho más que los acontecimientos religiosos y arquitectónicos del tiempo, pasando por alto lo que le sucedió al reino de Judá. La siguiente inscripción cuneiforme testifica de lo religiosa que era la Ciudad Maravillosa de la antigüedad:

En conjunto hay en Babilonia 53 templos de los dioses principales, 55 capillas de Marduk, 300 capillas para las deidades terrestres, 600 para las deidades celestiales, 180 altares para la diosa Istar, 180 para los dioses Nergal y Adad y otros 12 altares para diferentes dioses.

38 Los sacerdotes babilonios convertían en dinero, tan pronto como podían, todos los animales para sacrificio y todos los diezmos religiosos que la gente presentaba cada día en los altares, especialmente las cosas que podían dañarse rápidamente. Tal como en el pueblo de Ur de los caldeos donde vivió Abrahán, las autoridades del templo tenían sus almacenes necesarios y operaban sus propias tiendas de departamentos. Les parecía acertado invertir sus ingresos religiosos y por eso operaban sus propios bancos con ese fin.

39 Acerca del más grande rey de Babilonia, The Encyclopædia Britannica, tomo 19, página 332a (edición de 1911), dice: “Por sus inscripciones deducimos que Nabucodonosor era un hombre de carácter peculiarmente religioso.” Sus sucesores también fueron religiosos.

40 Cuando a los constructores de Babilonia les fue confundido el lenguaje y tuvieron que esparcirse, llevaron consigo la religión de Babilonia a otros lugares, cada uno en su propio idioma respectivo. Cuando Babilonia tuvo una gran caída a manos de los medos y persas en 539 a. de la E.C., su religión continuó, tal como ya había afectado a todas las religiones falsas del mundo. En los últimos días del apóstol cristiano Juan la religión de Babilonia todavía predominaba por toda la Tierra bajo diferentes formas en diferentes lugares. Había tratado de tragarse a la religión judía y hacer que no tuviera fuerza religiosa, para destruir así a los testigos de Jehová. (Isaías 43:10-12; 44:8) Pero ahora, en el día del apóstol Juan, la religión de Babilonia se encaró a algo nuevo, aunque esto comenzó con, o entre, los judíos. Su religión se encaró a la fe de los discípulos de Cristo, las enseñanzas de los testigos cristianos de Jehová.

41 La religión de Babilonia había peleado contra la Sion terrestre y había causado su destrucción por algún tiempo. Ahora, en el primer siglo E.C., la religión babilónica emprendió la pelea contra la Sion espiritual según estaba representada por los testigos cristianos de Jehová. Trató de tragárselos, destruirlos. ¿Hasta qué punto tuvo éxito?

42 En los días de la Sion antigua el profeta Ezequiel reveló a sus compañeros de cautiverio en Babilonia que la religión de Babilonia había sido introducida en el mismo templo de Jehová en Sion, particularmente en la forma de adorar al dios babilonio Tamuz. (Ezequiel 8:13, 14) Siglos más tarde el Señor Jesucristo predijo que Satanás el Diablo, el verdadero dios de Babilonia, trataría de hacer algo similar en cuanto al templo espiritual de Jehová, la congregación cristiana. Satanás el Diablo sería el enemigo que fue representado en la parábola que dio Jesús acerca del trigo y la mala hierba y que, mientras dormían los hombres, vino y sembró mala hierba entre la semilla excelente ya sembrada en el campo. Al explicar la parábola o ilustración Jesús dijo:

43 “El sembrador de la semilla excelente es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; en cuanto a la semilla excelente, éstos son los hijos del reino; pero la mala hierba son los hijos del inicuo, y el enemigo que la sembró es el Diablo. La siega es una conclusión de un sistema de cosas, y los segadores son los ángeles. De manera que, así como se recoge la mala hierba y se quema con fuego, así será en la conclusión del sistema de cosas. El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y ellos recogerán de su reino todas las cosas que hacen tropezar y a los que cometen desafuero, y los arrojarán en el horno ardiente. Allí es donde será su llanto y el crujir de sus dientes. En aquel tiempo los justos resplandecerán tan brillantemente como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos, escuche.”—Mateo 13:24-30, 36-43.

44 La siembra de “hijos del reino” simulados dentro de la congregación cristiana por el Diablo no había de ocurrir originalmente varios siglos más tarde. Había de empezar “mientras dormían los hombres,” sea que eso se refiriera al dormir en la muerte de los doce apóstoles de Cristo o al dormir mentalmente y no vigilar espiritualmente por parte de los superintendentes nombrados de la congregación cristiana.

45 En el año 56, veintitrés años después que Jesucristo había muerto y sido resucitado, el apóstol Pablo iba a Jerusalén y se detuvo en Mileto. Aquí tuvo una reunión con los superintendentes procedentes de Éfeso y les dio esta advertencia: “Sé que todos ustedes entre quienes anduve predicando el reino no verán más mi rostro. . . . Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño; entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo. Yo sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán varones y hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí. Por lo tanto manténganse despiertos.” (Hechos 20:16, 17, 25-31) Pablo murió unos diez años después, o alrededor de 65 E.C.

46 El apóstol Pedro dio una advertencia semejante a la de Pablo. En su segunda y última carta, escrita alrededor de 64 E.C., escribió:

47 “La profecía no fue traída en ningún tiempo por la voluntad del hombre, sino que hombres hablaron de parte de Dios al ser llevados por espíritu santo. Sin embargo, llegaron a haber también falsos profetas entre el pueblo, como también habrá falsos maestros entre ustedes. Estos mismísimos introducirán silenciosamente sectas destructivas y repudiarán aun al dueño que los compró, trayendo sobre sí mismos destrucción acelerada. Además, muchos seguirán sus actos de conducta relajada, y por causa de éstos se hablará injuriosamente del camino de la verdad. También, con codicia los explotarán a ustedes con palabras fingidas. Pero en cuanto a ellos, el juicio de tiempos antiguos no está moviéndose lentamente, y la destrucción de ellos no dormita. . . . también nuestro amado hermano Pablo según la sabiduría que le fue dada les escribió, hablando de estas cosas como también lo hace en todas sus cartas. En ellas, sin embargo, hay algunas cosas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también hacen con las demás Escrituras, para su propia destrucción. Ustedes, por lo tanto, amados, teniendo este conocimiento de antemano, guárdense para que no vayan a ser llevados con ellos por el error de gente desafiadora de ley y caigan de su propia constancia.”—2 Pedro 1:21 a 2:3; 3:15-17.

48 Según lo que había prometido el Amo Jesucristo, su apóstol Juan fue el último de los doce apóstoles en morir. Cuando Juan escribió sus cartas para fines del primer siglo, llamó atención al hecho de que aun en aquel tiempo se estaba manifestando un apartarse o una apostasía de la verdadera fe cristiana. Escribió:

49 “El mundo va pasando y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. Niñitos, es la última hora, y, así como han oído que el anticristo viene, aun ahora han llegado a haber muchos anticristos; del cual hecho adquirimos el conocimiento de que es la última hora. Ellos salieron de entre nosotros, pero no eran de nuestra clase; porque si hubieran sido de nuestra clase, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron para que se mostrase a las claras que no todos son de nuestra clase.” “Hijitos, guárdense de los ídolos.”—1 Juan 2:17-19; 5:21.

50 En la Revelación dada a Juan, el Señor Jesucristo le dijo que escribiera a la congregación de Éfeso, a la cual Pablo había dado advertencia mucho tiempo antes, y que dijera esto: “Recuerda de qué es que has caído, y arrepiéntete y haz los hechos de antes. Si no lo haces, vengo a ti, y removeré tu candelabro de su lugar, a menos que te arrepientas. Sin embargo, si tienes esto: que odias los hechos de la secta de Nicolás, que yo también odio.” En una advertencia a la congregación de Pérgamo, se le dijo a Juan que escribiera esto: “Tengo contra ti unas cuantas cosas: que tienes allí a los que tienen firmemente asida la enseñanza de Balaam, el cual anduvo enseñando a Balac a poner un tropiezo delante de los hijos de Israel, a comer cosas sacrificadas a ídolos y a cometer fornicación. Así tú también, tienes a los que de igual manera tienen firmemente asida la enseñanza de la secta de Nicolás. Por lo tanto arrepiéntete. Si no lo haces, vengo a ti pronto, y guerrearé contra ellos con la espada larga de mi boca.”—Revelación 2:1, 5, 6, 12, 14-16.

51 La existencia de la “enseñanza de Balaam” sugiere influencia babilónica en la congregación de Pérgamo, puesto que el Balaam original era de Mesopotamia, la región de la Babilonia religiosa de la antigüedad.—Deuteronomio 23:4, 5; Números 22:5; 31:8, 16.

52 Mientras los doce apóstoles de Cristo vivían y superentendían la congregación cristiana, detenían o retardaban la apostasía, el apartarse para caer en la religión babilónica. Actuaban como una restricción al desarrollo de una organización religiosa que afirmaba ser cristiana pero que realmente era anticristiana y babilónica. Este hecho lo hizo notar el apóstol Pablo, al escribir acerca del regreso de Cristo. En 2 Tesalonicenses 2:3-12 Pablo escribió:

53 “No vendrá a menos que primero venga la apostasía y el hombre de desafuero quede revelado, el hijo de la destrucción. Él está puesto en oposición y se alza a sí mismo sobre todo el que se llama ‘dios’ o es objeto de reverencia, de modo que se sienta en el templo del Dios, públicamente ostentando ser un dios. . . .

54 “De modo que ahora ustedes conocen la cosa que obra como restricción, con la mira de que él sea revelado a su propio tiempo. Es verdad, el misterio de este desafuero ya está obrando; pero solo hasta que el que ahora mismo está obrando como restricción ya no se halle en el camino. Entonces, realmente, el desaforado será revelado, con quien el Señor Jesús acabará por el espíritu de su boca y reducirá a la nada por la manifestación de su presencia. Pero la presencia del desaforado es según la operación de Satanás con toda obra poderosa y señales y portentos mentirosos y con todo engaño injusto para los que están pereciendo, como retribución porque no aceptaron el amor de la verdad para que fuesen salvos. Por eso es que Dios deja que una operación de error vaya a ellos, para que lleguen a creer la mentira, a fin de que todos ellos sean juzgados porque no creyeron la verdad, sino que se complacieron en la injusticia.”

IMPERIO RELIGIOSO

55 El segundo siglo de nuestra era común, después de la muerte del último de los doce apóstoles, fue el siglo peligroso. La religión babilónica en todas sus formas no estaba de ningún modo muerta como peligro para la Sion espiritual representada por los testigos cristianos de Jehová entonces en la Tierra. Dice una enciclopedia bajo “Babel, Babilonia”:

Aunque en tiempos de más tarde los templos estaban más o menos dilapidados, aparentemente los servicios continuaban ejecutándose, y pueden haberse seguido efectuando hasta bien adentro en la era cristiana, pues la religión y la filosofía babilónicas todavía se tenían en estima en fecha tan tardía como hasta en el siglo cuarto.—ISBE, tomo 1, página 355b.

56 Uno de los rasgos sobresalientes de la religión de Babilonia era sus tríadas de dioses y demonios. El lector puede buscar por sí mismo, pero ni una sola vez hallará que la palabra “trinidad” aparezca en la Biblia inspirada, porque la Biblia no es babilónica. No obstante, en la última mitad del segundo siglo escritores religiosos que afirmaban ser cristianos comenzaron a introducir la palabra en sus escritos. Esto provocó una controversia religiosa que finalmente resultó en la intervención del Imperio Romano mismo. En cuanto al principio del desenvolvimiento de esta enseñanza y en cuanto a la importancia que le da la cristiandad del día moderno, citamos de The Catholic Encyclopedia, tomo 15:

Trinidad, LA BENDITA. . . .I. EL DOGMA DE LA TRINIDAD.—La Trinidad es el término que se utiliza para significar la doctrina central de la religión cristiana... la verdad de que en la unidad de la Divinidad hay Tres Personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, estas Tres Personas siendo verdaderamente distintas una de otra. Así, en las palabras del Credo Atanasiano: “el Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios, y sin embargo no son tres Dioses, sino un solo Dios.” . . .

En las escrituras no hay hasta ahora ningún término sencillo por el cual se denote a las Tres Divinas Personas juntas. La palabra τοιάς (de la cual el latín trinitas es una traducción) se encuentra primero en Teófilo de Antioquía para 180 A.C. Él habla de “la Trinidad de Dios [el Padre], Su Palabra y Su Sabiduría” (“Ad Autolycum”, II, 15, P.G., VI, 1078). Por supuesto, el término puede haberse estado usando antes de su tiempo. Poco tiempo después aparece en su forma latina trinitas en Tertuliano (“De pudicitia”, c. xxi, P.G., II, 1026). En el siglo siguiente la palabra tiene uso general.—Página 47 del tomo 15.

57 Vino el siglo cuarto y la subida de Constantino el Grande. Después que derrotó al opositor que le quedaba, Constantino fue declarado por el Senado romano jefe augusto y pontífice máximo, el 28 de octubre de 312. Se dice que durante esta campaña contra su opositor Majencio una cruz ardiente apareció en los cielos, bajo el Sol, y con las palabras: In hoc signo vinces (es decir: “Por esta señal vencerás”). En enero de 313 Constantino, en su capacidad de pontífice máximo pagano, publicó su famoso edicto de toleración a favor de los que afirmaban ser cristianos y se les hizo elegibles para puestos públicos. Pero Constantino no se había bautizado en agua como cristiano. Aunque el emperador Licinio, su cuñado, estuvo con Constantino en este edicto de toleración, Licinio después persiguió a los cristianos. De 314 en adelante, estos dos emperadores combatieron en cuanto a esta cuestión. El emperador Constantino venció al emperador Licinio e hizo que le dieran muerte. De este modo el emperador Constantino llegó a ser, el 325, cabeza única de las secciones oriental y occidental del Imperio Romano.

58 Ya en el año 321 Constantino había hecho la primera ley a favor del domingo, originalmente llamado Dies Solis, o día del dios solar Sol, cuyo símbolo era la cruz, para que se eximiera a este día de ser judicial, y su observación se hizo un deber legal. Después de haberse interesado en el cristianismo de su tiempo, Constantino se dio cuenta de las grandes controversias que lo dividían, particularmente la que tenía que ver con relación entre Dios y su Hijo Jesucristo y el espíritu santo. Esta desunión religiosa amenazaba la unidad de su imperio. Por eso en 325, como emperador único y como pontífice máximo, convocó un concilio religioso para resolver la controversia sobre la τοιάς o “trinidad.”

59 Constantino, sin haberse bautizado y siendo el pagano pontífice máximo, pidió que todos los epíscopoi o superintendentes cristianos de todo el imperio se reunieran en concilio, no en la Roma italiana, sino en Nicea, cerca de Nicomedia, en Asia Menor. De todos estos superintendentes, solo una tercera parte, o sea, 318, estuvieron presentes allí, según informes; se entiende que hasta esta cifra es demasiado elevada. Pero, ¿por qué deberían estos superintendentes, si eran cristianos, obedecer a un pontífice máximo pagano y dejar que él dictara en asuntos cristianos? Debido a los servidores que los obispos trajeron consigo, el número de los hombres presentes en el concilio puede haber estado entre 1.500 y 2.000. Constantino mismo asistió a este primer Concilio de Nicea y él, como pontífice máximo y no como el obispo religioso de Roma, presidió el concilio. Este no se celebró en latín, sino en griego, y el Credo de Nicea que fue el resultado de él estaba en griego. La Iglesia latina tuvo solo siete delegados presentes, dos de los cuales eran presbíteros que representaban al obispo de Roma.

60 Los que sostenían la trinidad tenían como campeón al joven archidiácono Atanasio de Alejandría, Egipto. Los que se oponían a la trinidad y que mostraban con las Escrituras que Jesucristo era menos que Dios su Padre tenían como campeón a Arrio, un presbítero. Por unos dos meses los dos lados debatieron. Arrio sostenía que “el Hijo de Dios era una criatura, hecho de la nada; que hubo un tiempo en que no tuvo existencia; que podía ejercer su propio libre albedrío de bien y mal,” y que, “si fue hijo en el sentido más fiel, tiene que haber venido después de su Padre, por lo cual evidentemente hubo un tiempo en que no existía, y por ello era un ser finito.” Cuando Arrio se puso de pie para hablar, cierto Nicolás de Mira lo golpeó en la cara. Después de eso, mientras Arrio hablaba, muchos se metieron los dedos en los oídos y salieron corriendo como si las “herejías” del anciano los horrorizaran.

61 Finalmente Constantino el pontífice máximo tomó su decisión y se puso a favor de la enseñanza trinitaria de Atanasio. Por eso, el Credo de Nicea sobre la “trinidad” fue emitido y puesto en vigor. Más tarde, por resistirlo, Arrio fue desterrado a Iliria por orden de Constantino, pero fue llamado de allí cinco años después. Además de publicar varios cánones, el Concilio de Nicea decretó en qué domingo (Dies Solis) debería celebrarse regularmente la Pascua florida.

62 No obstante, la decisión trinitaria de este Concilio no produjo tranquilidad en la organización religiosa oriental, y la controversia arriana continuó efectuándose con mucho ardor. En 381 el Concilio ecuménico de Constantinopla expresó más plenamente acabalado el credo trinitario de Nicea.

63 Hacia el fin de su vida el emperador Constantino favoreció la posición del antitrinitario Arrio, habiéndole ayudado a inclinarse a este punto de vista Eusebio de Nicomedia. Por lo tanto Arrio fue llamado desde el destierro, y muchos de los obispos trinitarios fueron desterrados. Finalmente Atanasio mismo fue desterrado a Galia (Francia). Aunque Constantino afirmaba ser cristiano, no se bautizó sino hasta que enfermó en 337. En aquel año, mientras todavía se apegaba al puesto pagano de pontífice máximo, murió en Nicomedia, su verdadera capital mientras Constantinopla todavía estaba siendo construida. Mientras tanto el cristianismo del día había llegado a ser la religión oficial del imperio.

64 El emperador Constantino transfirió la capital del imperio Romano desde Roma, Italia, a Bizancio, donde comenzó un programa de construcción para producir una nueva capital que llamó por su propio nombre, Constantinopla. El 26 de noviembre de 329 colocó los cimientos de Constantinopla, que también fue llamada Nueva Roma (Roma Nova).

65 Después de la muerte de Constantino, el Senado romano lo colocó entre los dioses, un hecho que muestra que el Senado todavía era pagano, no verdaderamente cristiano. Pero las congregaciones religiosas orientales contaron a Constantino entre los santos. Las iglesias griega, copta y rusa celebran la fiesta de San Constantino el 21 de mayo. Constantino dividió el Imperio Romano entre sus tres hijos, Constantino, Constancio y Constante. Esto fue un error político. Pero, como pontífice máximo pagano, trató de producir una fusión entre la religión pagana y el cristianismo, una religión fusionada, y en esto logró buen éxito. En cuanto a lo que sucedió después de su reinado, leemos:

Haya sido lo que haya sido la verdadera naturaleza de la conversión de Constantino a la fe cristiana, sus consecuencias fueron de enorme importancia tanto al imperio como a la Iglesia de Cristo. Abrió el camino para la propagación sin obstáculos del Evangelio a mayor grado que en cualquier período anterior de su historia. Todo impedimento a una profesión franca del cristianismo fue removido, y llegó a ser la religión establecida del imperio. Sin embargo, numerosas como fueron, desde varios puntos de vista, las ventajas que le vinieron de este cambio, pronto comenzó a sufrir por haber sido puesto en estrecho contacto con la influencia fomentadora del poder seglar. La simplicidad del Evangelio fue corrompida; se introdujeron ostentosos ritos y ceremonias; se confirieron honores y emolumentos mundanos a los maestros del cristianismo, y el reino de Cristo en gran medida fue convertido en un reino de este mundo.—Theological Dictionary, por Henderson y Buck. Vea también la Cyclopædia de M’Clintock y Strong, tomo 2, página 488a; y Decline and Fall of the Roman Empire, de Gibbon, tomo 1, páginas 454 y siguientes.

66 Según la historia imparcial y sin engaño, el estilo popular de cristianismo llegó a estar cada vez más babilonizado. Se encuentra una admisión libre de embarazo de esto en el libro escrito por John Henry Newman, que fue creado cardenal por el papa León XIII en 1879. Este libro, intitulado “Essay on the Development of Christian Doctrine” (Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana), publicado en 1878, dice lo siguiente, en el capítulo 8, en defensa de la Iglesia Católica Romana:

Confiando pues en el poder del cristianismo para resistir la infección del mal, y para transmutar los mismos instrumentos y accesorios de la adoración demoníaca a un uso evangélico, y pensando también que estos usos habían venido originalmente de revelaciones primitivas y del instinto de la naturaleza, aunque habían sido corrompidos; y que tenían que inventar lo que necesitaban, si no usaban lo que hallaban; y que además poseían los mismos arquetipos, de los cuales el paganismo intentó las sombras; los gobernantes de la Iglesia desde tiempos primitivos estaban preparados a adoptar, imitar, o sancionar, de surgir la ocasión para ello, los ritos y costumbres existentes del populacho, así como la filosofía de la clase educada.

El uso de templos, y éstos dedicados a santos particulares, y ornamentados en ciertas ocasiones con ramas de árboles; el incienso, las lámparas, y velas; las ofrendas votivas al recuperarse de enfermedades; el agua bendita; los asilos; los días de fiesta y temporadas, el uso de calendarios, procesiones, bendiciones sobre los campos, vestimentas sacerdotales, la tonsura, el anillo de bodas, el volverse hacia el Este, imágenes algún tiempo después, quizás el sonsonete eclesiástico, y el kirieleisón, son todos de origen pagano, y santificados por su adopción en la Iglesia.—Páginas 355, 371, 373, edición de 1881.

RIVALIDAD RELIGIOSA SECTARIA

67 Ahora estaba bien adelantado el proceso que llevaría al desarrollo de las cuatro principales divisiones sectarias de la cristiandad moderna, a saber, la Iglesia Ortodoxa Griega, la Iglesia Católica Romana, el Protestantismo, y la Iglesia Ortodoxa Rusa.

68 En el año 364, en Nicea de Bitinia, Valentiniano el hijo de Graciano de Panonia fue escogido por los oficiales del ejército para ser emperador. Como tal, Valentiniano llegó a ser pontífice máximo. Poco después de esto el emperador Valentiniano nombró a su hermano Valente para que fuera colega con él en el imperio. Valentiniano I escogió servir de emperador de Occidente, y por eso dejó a su hermano Valente como emperador de Oriente la mitad oriental de la península balcánica, Grecia, Egipto, Siria y Asia Menor hasta Persia. Valente fue bautizado por el obispo arriano de Constantinopla, y más tarde comenzó a perseguir a los súbditos trinitarios en su dominio. Pero su hermano, Valentiniano I, emperador de Occidente, el pontífice máximo, era trinitario, como el obispo de la vieja Roma en Italia.

69 Por algún tiempo Nectario, el obispo de Nueva Roma o Constantinopla, sirvió como jefe ex officio de los obispos orientales en el dominio del emperador del Oriente. No obstante, en 381 el segundo Concilio general de Constantinopla lo nombró al patriarcado de Constantinopla. Esto preparó el camino para la división religiosa entre las iglesias de Oriente y de Occidente de la cristiandad. Este Concilio también declaró que el obispo de Constantinopla seguía en rango al obispo de Roma, por ser Constantinopla Nueva Roma. En 553 el tercer Concilio general de Constantinopla fue presidido por el patriarca de Constantinopla, a pesar de las protestas del obispo de Roma. Iba desarrollándose la rivalidad entre los dos obispos.

70 En 375, cuando murió Valentiniano I el emperador de Occidente, su hijo Graciano llegó a ser emperador y pontífice máximo. La parte oriental del imperio estaba entonces todavía sujeta al emperador Valente el arriano. Pero cuando Valente fue muerto en 378, Graciano otorgó la parte oriental del imperio a Teodosio, uno de sus generales. En sus últimos años Graciano trató con severidad a los paganos y herejes. Prohibió la adoración pagana en Roma. Rehusó llevar la insignia del pontífice máximo como algo que no era apropiado para un cristiano y abolió ciertos privilegios que pertenecían a los pontífices. Sin embargo, aunque un político (Graciano) pensó que el título y puesto de pontífice máximo no era apropiado para un cristiano, el obispo religioso de Roma (Dámaso) no opinó igual. Inmediatamente asumió este título pagano, con todas sus conexiones con el paganismo y todas sus obligaciones paganas. Los papas de Roma todavía llevan el título hasta este día, como si la Iglesia lo hubiera santificado.

CISMA RELIGIOSO

71 La rivalidad religiosa entre Roma y Constantinopla (Nueva Roma) aumentó todavía más cuando Teodosio, que había llegado a ser gobernante único de todo el imperio, murió en 395 y su imperio fue dividido entre sus hijos, recibiendo Arcadio la parte oriental y Honorio la parte occidental que abarcaba a Roma. Los obispos de las iglesias de Oriente ahora llegaron a estar divididos de los obispos de las iglesias de Occidente no solo por ubicación geográfica, sino también por sus lealtades políticas.

72 La llamada “Caída de Roma” ocurrió en 476. Eso fue cuando un ejército romano, compuesto mayormente de tropas alemanas alquiladas, se rebeló e hizo rey a su propio caudillo alemán, Odoacro. El emperador occidental, que entonces era un niño, se vio obligado a retirarse a la vida privada, y Odoacro asumió el título de rey de Italia y hábilmente desempeñó este papel por algún tiempo. Esto señaló el fin del Imperio Romano de Occidente. Después de eso Roma llegó a estar bajo el dominio de ostrogodos germánicos.

73 Sin embargo, el Imperio Romano de Oriente continuó teniendo su línea independiente de gobernantes, de la Iglesia Oriental; y, dice The Encyclopedia Americana, tomo 14, página 327b, “el emperador que reinaba en Constantinopla era, en teoría por lo menos, gobernante de todo el Imperio Romano.” Pero el papa de Roma no pensaba así. Por eso, ahora se nos ofrece el espectáculo religioso de ver al patriarca de Constantinopla excomulgado por el papa Félix III de Roma. Un par de siglos después vino otra excomunión semejante. En 726 el emperador León III de Constantinopla prohibió la adoración de imágenes y ordenó que fueran destruidas. Por esto, el papa Gregorio II de Roma se atrevió a excomulgar al emperador oriental, quien pertenecía a la Iglesia Oriental. Esta excomunión llevó a la separación de la Iglesia Oriental (griega) y la Iglesia Occidental (romana latina). Durante los reinados de varios emperadores orientales la prohibición y la restauración de las imágenes alternaron entre sí.

74 En el año 800 Irene gobernaba como emperatriz en Constantinopla, siendo la primera mujer que reinó sobre el Imperio Oriental. Durante aquel tiempo Irene quizás haya sido una usurpadora del puesto de su hijo, pero la Santa Biblia, en Romanos 13:1 (Val), dice a los cristianos: “Toda alma se someta á las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que son, de Dios son ordenadas.” Evidentemente el papa de Roma no se consideraba sujeto a las “potestades superiores,” sino superior a ellas. Se exaltó a nombrar reyes y emperadores. El día de Navidad del 800 hizo eso para con Carlos el rey de los francos. Dice The Catholic Encyclopedia, tomo 3, página 615:

Dos días más tarde (Día de Navidad, 800) aconteció el suceso principal en la vida de Carlos. Durante la misa pontificia celebrada por el papa, mientras el rey estaba de rodillas orando ante el altar mayor debajo del cual yacían los cuerpos de los santos Pedro y Pablo, el papa se acercó a él, colocó sobre su cabeza la corona imperial, le hizo reverencia formal al estilo antiguo, lo saludó como emperador y augusto y lo ungió, mientras los romanos presentes estallaban con esta aclamación, repetida tres veces: “A Carolo Augusto coronado por Dios, poderoso y pacífico emperador, sea vida y victoria.”

En la página 774 The Catholic Encyclopedia llama a esto “su coronación como sucesor de Constantino.”

75 Después de unas negociaciones los emperadores orientales reconocieron a Carlos o Carlomagno como emperador y gobernante de la Italia septentrional, excepto Venecia. De acuerdo con esto, desde el año 800 se fecha el establecimiento del “Sacro Imperio Romano,” o “Santo Imperio Romano,” que, a pesar de todos los cambios y levantamientos de los siglos, sobrevivió hasta el año 1806. Pero esto no fue ningún verdadero Reino de Dios, ninguna Teocracia. No fue el principio del reinado de mil años de Cristo. ¿Cómo podía serlo, cuando los “tiempos de los gentiles” todavía habían de seguir hasta 1914 E.C.? Tampoco fue de extensión mundial como será el verdadero reino de Cristo. No incluyó siquiera a Inglaterra, toda España, Escandinavia, Rusia o los Balcanes. La historia da el juicio en cuanto a si este Imperio Romano era santo o no.

76 En el siglo noveno las iglesias de Oriente y Occidente siguieron apartándose. Además de la atrevida acción política del papa al coronar emperador a Carlos, se hizo un esfuerzo ahora por fijar sobre las iglesias orientales el yugo de sujeción al papa romano como el soberano con derecho divino en la Iglesia Católica. Esta ambición papal provocó oposición vigorosa de parte de las iglesias orientales. Estas consideran que la acción del papado fue la “primera causa de la división” entre la iglesia griega y la latina. El rompimiento final entre ellas vino en 1054. El 16 de julio de aquel año el patriarca griego Miguel Cerulario fue solemnemente excomulgado por los legados papales que habían sido enviados a Constantinopla por el papa León IX (quien, mientras tanto, había muerto en abril de aquel año). Los esfuerzos que después se hicieron por cerrar este cisma fueron en vano. Los historiadores alegan que esta separación fue una de las causas que contribuyeron a las cruzadas católicas romanas, aquellas guerras en Oriente que resultaron en tan horrible destrucción y derramamiento de sangre para musulmanes, judíos y también católicos.

77 Los papas romanos querían volver a unir los dos grupos eclesiásticos. Por eso, animaron estas llamadas “guerras santas” en el nombre de la cruz. En la cuarta cruzada Constantinopla fue capturada, en 1204, y los cruzados, después de tomar la ciudad, pasaron ocho días quemando y saqueando toda la propiedad pública y privada, causando así la mayor destrucción de obras de arte de toda la historia. Entonces emperadores latinos comenzaron a gobernar en Constantinopla, mientras que los emperadores griegos se mudaron a Nicea en Asia Menor y gobernaron desde allí. En 1261 Constantinopla fue recobrada por los griegos, y el imperio de los francos o latinos terminó. Entonces los conquistadores mahometanos o musulmanes bajo Mahoma II vinieron y capturaron a Constantinopla el 29 de mayo de 1453. Allí finalmente terminó el Imperio Oriental, pero los conquistadores musulmanes permitieron que el patriarca de Constantinopla permaneciera y funcionara allí.

78 En el año 1829 se estableció un reino de Grecia independiente, y desde entonces Grecia misma ha estado virtualmente separada del patriarcado de Constantinopla. La separación formal vino más tarde. En 1833 la regencia de Grecia declaró que la Iglesia Oriental ortodoxa de Grecia era independiente de toda autoridad eclesiástica extranjera, y para la gobernación de la nueva iglesia independiente organizó un “Santo Sínodo.” En 1850 el patriarca de Constantinopla reconoció la constitución independiente de la Iglesia griega o helénica. Hoy día la iglesia nacional de Grecia está bajo el arzobispo de Atenas, pero cierto número de diócesis en la Grecia septentrional están bajo el patriarca de Constantinopla, ahora llamada Estambul.

¿UNA “TERCERA ROMA”?

79 En el siglo décimo, mientras se desarrollaba el cisma entre la Iglesia griega y la latina, se colocó el cimiento para otra poderosa organización religiosa de la cristiandad moderna. En el siglo anterior el patriarca de Constantinopla había enviado misioneros a Rusia. En 955 aconteció en Constantinopla el bautismo de una prominente rusa, la princesa Olga, esposa del duque Igor, en la Iglesia Oriental. Su nieto Vladimiro el Grande obligó al emperador Basilio II a entregarle en matrimonio a Ana la hermana de éste, y en 988 fue bautizado para ser miembro de la Iglesia Oriental. Hizo que las imágenes idolátricas de Peroun y otros dioses fueran arrojadas al río Dniéper. Cuando hizo esto, el pueblo lloró, pero cedieron a la demanda de Vladimiro de bautizarse como cristianos. Pero, ¿fue cabal esta conversión obligada? La página 37 del tomo 24 de The Encyclopedia Americana dice:

El paganismo ruso no desapareció cuando el evangelio cristiano comenzó a predicarse. Sobrevivió en el lenguaje popular, los dichos, las tradiciones, la vida doméstica y hasta las creencias religiosas. Hasta en la fecha tardía del siglo dieciocho se adoraban serpientes en algunas aldeas remotas. Eugenio Golubinsky, el más grande historiador de la Iglesia rusa, declara que Rusia fue bautizada en el siglo nueve, pero no hecha cristiana.—Edición de 1929.

80 El hijo de Vladimiro casi completó la conversión obligada de los rusos, que permanecieron en conexión estrecha con el patriarca de Constantinopla. Un obispado metropolitano se estableció en Kiev, que fue llamada una Segunda Constantinopla. Con el tiempo un obispo metropolitano fue instalado también en Moscú.

81 En 1453, cuando Constantinopla, la sede del patriarca, cayó en manos de los mahometanos o musulmanes, esto afectó a Rusia religiosamente. Dice The Encyclopedia Americana, tomo 24, página 38b: “La idea del establecimiento de un patriarcado ruso fue consecuencia natural de la caída del Imperio Bizantino y del crecimiento de la Rusia moscovita. Moscú fue aclamada como la Tercera Roma.”

82 Sin embargo, no se estableció plenamente una Iglesia rusa independiente sino hasta 1587. Sobre esto, la Cyclopædia de M’Clintock y Strong dice:

En aquel año, el patriarca Jeremías de Constantinopla, mientras estaba de visita en Rusia para obtener apoyo, consintió en convertir al metropolitano de Moscú en patriarca en la persona de Job, tomando así el patriarca de Rusia, en la opinión de los obispos orientales, el lugar del cismático patriarca de Roma.

[Note que era al papa de Roma a quien se consideraba el “cismático.”]

Poco tiempo después, los patriarcas de Alejandría y Jerusalén, sesenta y cinco metropolitanos y once arzobispos de la Iglesia bizantina, declararon que concordaban en la organización independiente de la Iglesia rusa. Los patriarcas moscovitas, sin embargo, continuaron solicitando confirmación de Constantinopla hasta 1657. Poco después, en 1660, el embajador ruso recibió del patriarca Dionisio II de Constantinopla y los otros patriarcas griegos la declaración documental de que el patriarcado ruso podría en el futuro ser elegido por su propio clero sin necesidad de una confirmación por los patriarcas griegos. Los papas romanos del siglo 16 [el siglo de la llamada Reforma Protestante], especialmente León X, Clemente VII, y Gregorio XIII, hicieron nuevos esfuerzos por lograr que la Iglesia rusa se uniera a Roma.—Tomo 9, página 161b.

83 Hubo cambios en la Iglesia rusa, pero un cambio notable fue el que introdujo Pedro el Grande, quien llegó a ser emperador único de Rusia en 1696. Él abolió el patriarcado y lo sustituyó con un sínodo permanente, consistente en prelados presididos por el emperador o su secretario. El Santo Sínodo Gobernante fue instituido en 1721 y fue inaugurado solemnemente por un discurso de su vicepresidente, el arzobispo Teófanes. Así Pedro el Grande sujetó la Iglesia rusa al gobierno del Estado político. Llegó a ser una iglesia nacional, un departamento de la burocracia civil del Imperio Ruso. Servía de simple instrumento en las manos de la burocracia para apoyar el zarismo.

84 En 1917 el régimen zarista de Rusia fue derribado, y a la Iglesia rusa se le dejó el poder de determinar sus propios asuntos. En septiembre-octubre de aquel año obispos, sacerdotes y otros celebraron el Concilio General de Moscú y consideraron la situación religiosa. Llegaron a la conclusión de que, ahora que la autocracia política rusa había desaparecido, la Iglesia rusa necesitaba una cabeza religiosa visible. Por gran mayoría de votos se aprobó la restauración de un patriarcado ruso, y se eligió un patriarca, a saber, a Tikhon, el metropolitano, un obispo liberal.

85 En noviembre de 1917, después que los bolcheviques se establecieron en el poder por una segunda revolución, decretaron revocar la posición de la Iglesia rusa como Iglesia Estatal. Procedieron a confiscar ciertas clases de propiedades eclesiásticas, y clérigos de todo rango y toda confesión recibieron injurias e insultos. Se hizo la proclamación de que “La religión es el opio del pueblo.” El 14 de marzo de 1918 el nuevo gobierno soviético partió de Leningrado a Moscú, y esta ciudad llegó a ser el centro y capital de la nueva Rusia. Desde los días de Pedro el Grande había sido la segunda capital del Imperio Antiguo.

86 El estado ateo oficial ha tratado de extirpar de Rusia la religión, pero le ha sido demasiado costoso. Acomodándose a esta realidad sólida, el gobierno soviético usa a la Iglesia rusa para sus propios fines políticos haciendo que ésta inculque el patriotismo en los miembros de las iglesias. La Iglesia Ortodoxa Rusa se entrega a este arreglo, tal como durante toda su historia ha respondido a la autoridad seglar del Estado. Un bien conocido periodista y escritor sobre asuntos políticos ha señalado que al gobierno soviético le pareció bien magnificar el prestigio de la Iglesia rusa en Rusia, para que la Iglesia desempeñara el papel de una gran potencia eclesiástica mundial, yendo al fin el beneficio de esto al gobierno soviético.

87 En 1945 se celebró el Concilio de la Iglesia Ortodoxa Rusa en un suburbio de la Moscú comunista, con magnificencia eclesiástica. Naturalmente los líderes de la Iglesia estaban llenos de orgullo y esperanza de un mejor futuro para su organización religiosa, y se dio expresión a las ideas mesiánicas rusas que se habían tenido por siglos. Por ejemplo, el metropolitano Benjamín, en aquel tiempo exarca del patriarcado de Moscú para la América del Norte, dijo que la capital rusa, Moscú, podría todavía llegar a ser la “Tercera Roma” y que en el futuro Moscú sería claramente el lugar de reunión para “la iglesia entera.” Pasó a decir que Moscú quizás llegaría a ser la ubicación de un organismo central consultivo para enlazar a todas las Iglesias Ortodoxas por todo el mundo. Círculos soviéticos oficiales simpatizaron con aquellas ideas, porque favorecían un imperialismo de la Iglesia Ortodoxa Rusa en relación con la cual su capital política, Moscú, llegaría a ser el centro eclesiástico más importante del mundo.

88 Por lo tanto, dieron al patriarca de Moscú, Alexis, el apoyo y estímulo necesarios para que ensanchara sus conexiones en el extranjero y así colocaron la base para que reclamara para sí mismo y para la Iglesia Ortodoxa Rusa un lugar prominente en el mundo religioso. Alexis había sido elegido patriarca en febrero de aquel año. En armonía con esto la Iglesia rusa solicitó admisión en el Concilio Mundial de Iglesias. La Tercera Asamblea de este Concilio Mundial se celebró en Nueva Delhi, India, del 18 de noviembre al 6 de diciembre de 1961, con una concurrencia de 265 delegados oficiales de 175 iglesias miembros en más de 50 países. Veintitrés nuevos grupos eclesiásticos fueron admitidos como miembros en el Concilio Mundial, a saber, las iglesias ortodoxas de Rusia, Polonia, Bulgaria, Rumania y 19 cuerpos eclesiásticos de los Estados Unidos, África, Asia y la América latina. La admisión de aquellas iglesias llevó el número de miembros del Concilio Mundial a 198 cuerpos eclesiásticos en más de 60 países.

89 El Concilio votó a favor de fortalecer el concepto trinitario contenido en el requisito básico para aceptación de miembros. A la base para formar parte del Concilio como miembro: “El Concilio Mundial de Iglesias es una comunidad de iglesias que aceptan a nuestro Señor Jesucristo como Dios y Salvador,” el Concilio añadió: “según las Escrituras y por lo tanto buscan cumplir juntas su llamada común a la gloria del único Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.”—The Americana Annual 1962, páginas XXXVI, 642.

90 Fue muy interesante el que la Iglesia Ortodoxa Rusa aceptara la invitación de enviar delegados al Segundo Concilio Ecuménico del Vaticano. Mientras que las otras Iglesias Ortodoxas Griegas rehusaron enviar delegados como observadores, dos representantes de la Iglesia rusa de la Unión Soviética se presentaron para el principio del Concilio el 11 de octubre de 1962. Se entendía que la Iglesia rusa no había avisado al patriarca Athenagoras de Estambul (Constantinopla) de las intenciones rusas, aunque al patriarca de Estambul todavía se le considera el líder espiritual de la religión ortodoxa oriental.

91 En el mundo hoy día hay más de una veintena de Iglesias Ortodoxas Orientales desde el cisma de 1054 y éstas no reconocen la supremacía del papa romano ni su infalibilidad, que fue proclamada en el Primer Concilio del Vaticano en 1869-70. ¿Por qué envió la Iglesia rusa delegados al Segundo Concilio del Vaticano? Fue porque el Vaticano, con intención de causar divisiones en la ortodoxia oriental, había enviado sus invitaciones, no a través del patriarca de Estambul (Constantinopla), sino directamente a los cuerpos eclesiásticos orientales por separado; y, en cuanto a esto, el arzobispo Iakovos, el primado ortodoxo griego de los Estados Unidos, dijo, según informó el Times de Nueva York:

“Solo con la Iglesia de Moscú tuvo buen éxito el Vaticano con esta táctica.” . . . Las razones que indujeron a la Iglesia rusa “a cambiar súbitamente su posición y aceptar la invitación del papa Juan XXIII sin duda son claramente de naturaleza política.”—El Times de Nueva York del 4 de noviembre de 1962, parte superior de la página 26, bajo el encabezamiento “Iakovos ataca tácticas del Vaticano... afirma invitaciones del Concilio fueron desaire al líder ortodoxo.”

92 Durante el Segundo Concilio del Vaticano se redactó un decreto sobre la unidad eclesiástica. El documento trató solo de las Iglesias Ortodoxas Orientales y pasó por alto al protestantismo. Conforme a una cita del Times de Nueva York, varios oradores del Concilio que hablaron en cuanto al decreto señalaron que

el problema de la unión debe considerarse con relación a las cuestiones a que se encara un cristianismo dividido en el siglo veinte y no completamente a la luz de volúmenes teológicos de siglos pasados. Claramente hicieron alusión al surgimiento del comunismo, las amenazas gemelas del materialismo y el laicismo, y el crecimiento de religiones no cristianas.—Times de Nueva York del 1 de diciembre de 1962, bajo el encabezamiento “Prelados terminan consideración sobre unidad con ortodoxos.”

93 En el año 1910, siete años antes de la revolución bolchevique, había 73.000.000 de miembros de la Iglesia rusa en Rusia. Ahora bien, The Americana Annual 1963, página 692b, dice, bajo “Religión”:

. . . Según los funcionarios soviéticos, la Iglesia Ortodoxa Rusa tiene 50 millones de adherentes; la secta musulmana, 26 millones (23 millones de sunitas y 3 millones de shiítas); la fe hebrea, 2.300.000; y la Iglesia Bautista, 500.000. Otros grupos religiosos con congregaciones grandes son los católicos romanos, luteranos, armenios, gregorianos y budistas. En 1962, como antes, la prensa soviética se quejó de que la religión todavía era una fuerza considerable en la vida soviética, e instó a intensificar la propaganda antirreligiosa. Durante 1962 más de 20 ministros pentecosteses y por lo menos siete ministros de los Testigos de Jehová fueron aprisionados por actividades religiosas ilegales, . . .

94 Indudablemente el Vaticano se resiente ante la sugerencia de que Moscú llegue a ser una “Tercera Roma,” especialmente cuando la Italia católica tiene el más grande partido comunista de la Europa occidental fuera de la Cortina de Hierro.

LA REBELIÓN PROTESTANTE

95 Por los párrafos anteriores el lector puede comprender que los llamados protestantes no fueron los primeros que protestaron contra la alegación católica romana de supremacía religiosa para su papa ni los primeros en rebelarse contra ella. El movimiento protestante originalmente se formó en el siglo dieciséis. El fuego del movimiento religioso protestante fue encendido el 31 de octubre de 1517. Entonces Martín Lutero, un sacerdote católico romano, protestando contra la venta de indulgencias con relación al pecado, clavó en la puerta de la iglesia del Castillo en Wittenberg, Alemania, su lista de 95 tesis en latín contra ellas. El año siguiente se defendió en Augsburgo. Llamó a Roma la nueva Babilonia, diciendo: “Abandonémosla, pues, para que llegue a ser morada de dragones, espíritus malos, duendes, y brujas, y su nombre como confusión eterna.” Porque rehusó retractarse, fue excomulgado de la Iglesia Católica Romana por el papa León X, y Lutero desafiadoramente quemó la bula de excomunión en público el 10 de diciembre de 1520.

96 Ahora rabiaban disputas religiosas de tipo perturbador. Entonces Carlos V, emperador del Santo Imperio Romano, convocó una dieta imperial en Espira en 1529, para pedir ayuda a los príncipes alemanes contra los turcos agresivos y hallar medios de apaciguar las disputas religiosas que habían sido resultado de la oposición de Lutero al clero católico romano. La dieta emitió un decreto para apoyar las doctrinas de la Iglesia de Roma. Pero el 19 de abril de 1529 seis príncipes que apoyaban a Lutero, junto con los diputados de trece pueblos imperiales, protestaron formal y solemnemente contra el decreto de la dieta. Por esto, el término protestantes fue dado a los seguidores de Lutero, pero más tarde fue extendido hasta abarcar con él a calvinistas y otras sectas religiosas que se rebelaron contra el papa de Roma. La Liga Protestante de Smalcalda fue formada el 31 de diciembre de 1530.

97 Lutero no ocupó por mucho tiempo el centro de la escena de la “Reforma” con la luz escénica enfocada únicamente en él. Surgieron rivales en la reforma religiosa protestante. Desde 1531 en adelante fue un problema para él y sus seguidores detener el avance de huestes de rivales protestantes. En este tiempo el rey Enrique VIII de Inglaterra rompió con el papa de Roma. Impuso su supremacía real sobre el clero religioso de su país, haciéndose cabeza de una iglesia nacional, la Iglesia de Inglaterra o Iglesia Anglicana. En 1534 fue llamado “Cabeza de la Iglesia,” y la autoridad del papa de Roma fue abolida en Inglaterra. En el siglo siguiente la América del Norte comenzó a ser colonizada por los británicos, y la Iglesia de Inglaterra fue extendida a aquel lugar. Otras sectas religiosas fueron transplantadas a las colonias americanas; y después de la Revolución Americana de 1775-1783 se estableció la Iglesia Protestante Episcopal de América como una separación de la Iglesia de Inglaterra. Al crecer y extenderse de costa a costa la nación americana, su separación de la Iglesia y el Estado por la Constitución nacional resultó en que su país llegara a ser el hogar de más de doscientas sectas religiosas, todas las cuales afirmaban ser cristianas.

98 La cristiandad en general llegó a estar toda dividida en sectas religiosas, de tipo católico romano, ortodoxo oriental y protestante. En la República Sudafricana 1.400 sectas religiosas han surgido entre los bantúes desde 1910, cuando los misioneros de la cristiandad entraron en grandes cantidades, según un despacho de Prensa Asociada desde Johannesburgo, República Sudafricana, publicado el 12 de agosto de 1957. Hoy la situación religiosa en la cristiandad es una burla de la unidad cristiana que Cristo enseñó a sus discípulos.

99 El movimiento de la Reforma del siglo dieciséis condujo a vergonzosa persecución religiosa tanto por protestantes como por católicos, y a horrendas guerras religiosas. Aquellas guerras y persecución fueron “obras de la carne” más bien que fruto del espíritu de Dios, como se describe en Gálatas 5:19-23 (Val). Además, cuando examinamos las enseñanzas de aquellos reformadores protestantes, nos damos cuenta de que en vez de ser una “reforma” cabal, fue realmente una revuelta contra la autocracia, la dominación religiosa por el papa de Roma. Las doctrinas religiosas fundamentales de la Iglesia Católica Romana así como las de las Iglesias Ortodoxas Orientales permanecieron, enseñanzas como la de la “Trinidad,” la inmortalidad del alma humana, el castigo de las almas inicuas después de la muerte en una región invisible de espíritus; el dividir a los adoradores religiosos en un sacerdocio o clero profesional y las masas profanas o los legos; el uso de la religión en apoyo de la política mundana, con el resultado de muchas uniones de Iglesia y Estado; la celebración de días de fiesta religiosos que tienen antecedentes paganos; la falta de respeto a la sangre de hombre y bestia, como se ejemplificó en el hombre que fundó a Babilonia y edificó el primer imperio, “Nemrod poderoso cazador en oposición a Jehová.”—Génesis 10:8-12; 9:1-6.

IDENTIFICADA

100 ¿Qué, pues, es la Babilonia la Grande cuya caída anuncia el ángel de Dios en Revelación 14:8? Tiene que parecerse a la antigua Babilonia de maneras sobresalientes, particularmente al tiempo de su caída. Si no fuese así, el nombre no encajaría. Ante todo, la antigua Babilonia dominó un imperio, el mayor imperio hasta aquel tiempo, de modo que fue la Tercera Potencia Mundial en la línea de Potencias Mundiales. En ella, la política, el militarismo, el comercialismo y la religión florecían, pero la religión predominaba, especialmente durante la dinastía de Nabucodonosor. Su religión la ponía en oposición a Sion o Jerusalén, donde el rey judío se sentaba en “el trono de Jehová” y donde el templo construido por el rey Salomón era el centro nacional de la adoración de Jehová.

101 En armonía con los hechos ya señalados, la moderna Babilonia la Grande tiene que ser un imperio mundial religioso o potencia mundial religiosa, enteramente saturado de religión babilónica. Es un imperio religioso, cuyas doctrinas religiosas fundamentales están basadas en la religión de la antigua Babilonia o Babel. Aunque es un imperio religioso, se hizo comercial y político en sí mismo y también formó alianzas con los elementos políticos y comerciales de este mundo gentil.

102 Es verdad que el New International Dictionary, de Webster, Segunda Edición, Sin Abreviar, de 1943, página 198a, da “Católico romano” como significado desusado de la palabra babilónico. Pero Babilonia la Grande es algo mayor que la Roma pagana, o la Roma papal, o la Iglesia Católica Romana con su central en la Ciudad del Vaticano. El hecho de si abarca a la Iglesia Católica Romana con su pontífice máximo el lector puede determinarlo por lo que ya se ha dicho arriba. No es la cristiandad. Es todo el imperio mundial de religión, que incluye a todas las religiones que tienen como su verdadera base las enseñanzas y prácticas religiosas de la antigua Babilonia. Por lo tanto incluye a la cristiandad, que es la parte más sobresaliente y agresiva de Babilonia la Grande hoy día y en la cual el catolicismo romano lleva la delantera. Puesto que este imperio mundial de religión descansa sobre lo babilónico, está, como Nemrod, “en oposición a Jehová.”

103 Hasta el judaísmo se ha adherido a Babilonia la Grande. En el primer siglo Jesús y sus doce apóstoles aplicaron al judaísmo tradicional de su día las profecías bíblicas que aplican a Babilonia como un lugar de destierro y cautiverio del cual se llamaba al pueblo de Jehová para que saliera. Hace diecinueve siglos, cuando el Mesías vino a Sion, el judaísmo tradicional hizo que casi toda la nación se volviera contra él. Así mantuvo su agarro en sus cautivos judíos. Hasta este día el judaísmo tradicional no ha cambiado. Todavía mantiene a sus cautivos judíos lejos de la libertad que el Mesías prometió. Coopera con el imperio mundial babilónico de religión.

104 En Babilonia la Grande una secta religiosa pudiera tratar de obtener la posición poderosa de dominación sobre todo el dominio de la religión.

105 Históricamente, esta moderna Babilonia la Grande tuvo una caída en el año 1919. El imperio mundial babilónico de religión todavía existe, pero ese hecho no refuta el que cayera en aquel año. Tenemos que recordar que, después de la caída por sorpresa de la antigua Babilonia a los medos y los persas en 539 a. de la E.C., la ciudad siguió en pie por siglos hasta que finalmente desapareció, en cumplimiento de la profecía bíblica. Igualmente, la moderna Babilonia la Grande sufre una significativa caída, después de la cual deben venir ciertos desenvolvimientos religiosos antes que sea totalmente destruida al fin de este viejo mundo o sistema de cosas. Hace mucho tiempo, Revelación, el último libro de la Biblia, pintó lo que vendría después de la caída de la Gran Babilonia y antes que sea destruida.

106 En 1914 E.C. Babilonia la Grande, o el imperio mundial de religión babilónica, se acercó a su más crítico período en la historia mundial. Hasta entonces, como el ángel de Dios dijo, “hizo que todas las naciones bebieran del vino excitador de pasiones de su fornicación.” (Revelación 14:8) Había hecho amistad con los gobernantes políticos de este mundo y así había cometido fornicación espiritual con ellos. (Santiago 4:4) Había usado su influencia religiosa en los gobernantes mundanos para mantenerse a sí misma en el poder. Había dirigido el apoyo de sus religiosos a favor de los gobernantes mundiales gentiles. De este modo había hecho que las naciones bebieran un “vino excitador de pasiones,” a saber, la opresión política, comercial, económica, persecución religiosa, guerras santas, guerras religiosas, cruzadas, junto con las guerras de las naciones por razones puramente políticas y comerciales. Esas guerras egoístas las santificó Babilonia la Grande declarando que eran la voluntad de Dios, de modo que el participar en ellas sería hacer Su voluntad.

107 En 1914 terminaron los siete tiempos de los gentiles, y la pregunta era: ¿Continuaría Babilonia la Grande haciendo que las naciones bebieran esta poción que emborrachaba a las naciones con dificultades y desesperación, o usan su poder e influencia religiosos para evitar el curso de violencia y opresión de las naciones? La cristiandad no afirmaba ser parte de Babilonia la Grande, sino la organización visible de Dios, la Sion espiritual. En armonía con lo que afirmaba, ¿pondría ella a las naciones en armonía pacífica con el reino de Dios, que habría de nacer en los cielos en 1914 al fin de los Tiempos de los Gentiles? (Revelación 12:1-12) ¿Reconocería la cristiandad como Rey al “Cordero de Dios,” cuando él se pusiera de pie en el monte Sion celestial?

108 A estas preguntas la historia da como respuesta la I Guerra Mundial. Estalló en el mismo corazón de la cristiandad en el verano de 1914. Continuó hasta entrado el otoño de 1918. En aquel tiempo la cristiandad dominaba el imperio mundial de religión babilónica, y sus cuatro grandes secciones estaban todas en el escenario mundial, a saber, la Iglesia Católica Romana, la Iglesia Ortodoxa Griega, la Iglesia Ortodoxa Rusa, y el sistema de la Iglesia Protestante. De los veintisiete imperios y naciones que estuvieron envueltos en aquella guerra, solo el Japón, la China, Siam y Turquía no eran parte de la cristiandad, pero sus sistemas religiosos eran parte de Babilonia la Grande. Las iglesias, en vez de usar el poder tremendo que poseían sobre centenares de millones de personas en la cristiandad para evitar la guerra, participaron en ella, aunque ésta puso a los miembros de sus iglesias en lados opuestos del conflicto mundial. Persiguieron a los cristianos que no participaron con ellos en aquella matanza.

109 Los que recibieron la más intensa persecución a manos de la cristiandad fueron los cristianos dedicados y bautizados que estaban distribuyendo la literatura publicada por la Sociedad Watch Tower Bible and Tract. El 17 de julio de 1917 esta Sociedad publicó y puso en sus manos el libro intitulado “The Finished Mystery” (El misterio terminado), que dio una explicación de todo el libro de Revelación (Apocalipsis). El domingo 30 de diciembre de 1917 hubo una distribución general del tratado grande de cuatro páginas Bible Students Monthly (Mensuario de los Estudiantes de la Biblia) marcado Núm. 9 del Volumen 9, con el artículo principal “La caída de Babilonia,” con citas de The Finished Mystery. Dentro de dos meses desde entonces aquel libro y el Bible Students Monthly fueron proscritos en el Canadá. Poco tiempo después fueron proscritos también en los Estados Unidos. Entonces vino el arresto y juicio del presidente de la Sociedad Watch Tower y otros siete miembros del personal de la oficina de la Sociedad. El 21 de junio de 1918 fueron sentenciados a ochenta años de prisión cada uno, en una penitenciaría o presidio federal. La persecución de los Estudiantes Cristianos de la Biblia fuera de las prisiones se hizo intensa en el Canadá y en los Estados Unidos, estimulada por el clero religioso.

110 Pasaron lentamente los meses hasta el 11 de noviembre de 1918, cuando un armisticio puso fin a la I Guerra Mundial, mientras la cristiandad en particular sangraba de terribles heridas, al mismo tiempo que sufría de terremotos, pestes y hambres, cargando también un vergonzoso registro de persecución religiosa. Todo esto era prueba tangible de que los Tiempos de los Gentiles habían terminado en 1914 y que el reino de Dios había nacido en los cielos y que Su Rey mesiánico, el Cordero de Dios, Jesucristo, se había puesto de pie en poder sobre el monte Sion celestial, y pronto se le unirían allí sus 144.000 fieles seguidores.—Mateo 24:7-13; Revelación 12:5-10.

111 El resultado de la I Guerra Mundial mostró que ésta no se había peleado a favor del reino de Dios, aunque las naciones de la cristiandad habían sido los principales contendientes. Más bien, la guerra se había peleado por la dominación mundial de una parte de la cristiandad sobre la otra parte. La guerra dejó a la Potencia Mundial Angloamericana todavía dominando la Tierra como la Séptima Potencia Mundial predicha en la Biblia. Al mismo tiempo los Estudiantes Cristianos de la Biblia, que habían estado proclamando los juicios de Jehová contra Babilonia la Grande, se hallaron en condición de cautiverio bajo el poder de ésta, y con su organización mundial desbaratada. Tal como la antigua Babilonia llegó a estar bajo el juicio de Jehová mientras la nación de testigos de Jehová estaba desterrada en Babilonia, así la moderna Babilonia la Grande llegó a estar bajo juicio divino por oponerse a la Sion celestial y por perseguir a los testigos cristianos de Jehová y mantenerlos cautivos y reprimidos por medio del Estado político.

“HA CAÍDO”

112 Como la antigua Babilonia, que nunca abría las puertas de la prisión para dejar salir a los testigos de Jehová, la Babilonia la Grande moderna pensaba mantener reprimidos y en cautiverio para siempre a los testigos cristianos de Jehová del día moderno. Pero en marzo de 1919 las puertas de la prisión fueron abiertas por fuerza a los testigos de Jehová, y salieron y se mantuvieron fuera.

113 Su organización mundial fue reparada y se establecieron de nuevo los contactos internacionales. El 1 de septiembre de 1919 se celebró una asamblea internacional de ellos en Cedar Point, Ohio, y continuó por ocho días. El 5 de septiembre el presidente de la Sociedad Watch Tower, habiendo estado en prisión por nueve meses, habló a los miles de la concurrencia de esta asamblea acerca del tema “Anunciando el Reino.” En este discurso el presidente J. F. Rutherford citó y dio aplicación moderna a la profecía de Isaías 52:7 (VA): “¡Cuán hermosos sobre las montañas son los pies del que trae buenas noticias, que publica la paz; que trae buenas noticias de bien, que publica salvación; que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!” El domingo 7 de septiembre habló a un auditorio público de 7.000 personas sobre el tema: “La esperanza para la humanidad angustiada,” y habló a favor del reino de Dios contra un sustituto humano, la Liga o Sociedad de Naciones que entonces había sido propuesta.

114 ¡Los testigos de Jehová estaban de nuevo libres, proclamando con denuedo el reino de Dios en público! ¿Qué había sucedido? ¡Tiene que haber sido que Babilonia la Grande había caído! Esto, aunque ella no había sido destruida todavía. El Cordero de Dios sobre el monte Sion celestial había desempeñado su papel como el Libertador mayor que Ciro pero prefigurado por Ciro. Había derrotado a Babilonia la Grande y había causado la caída de ésta y libertado a sus fieles seguidores, el resto de testigos cristianos de Jehová del día moderno. Tal como después de la caída de la Babilonia antigua y de haber sido soltado el pueblo de Jehová podía darse a Sion el anuncio: “¡Tu Dios reina!” así el establecimiento del reino celestial de Dios al fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 señalaba al hecho de que Babilonia la Grande pronto caería. Condenada por su mal comportamiento desde el fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914, estaba condenada delante del tribunal celestial de Jehová Dios. Su juicio fue dado contra ella, y cayó en la primavera del año 1919.—Revelación 14:7, 8.

[Notas]

Vea Josué 10:1-5; 15:8, 63; Jueces 1:7, 8, 21; 2 Samuel 5:4-9; 1 Reyes 8:1; 2 Crónicas 5:2. El monte Moría, donde Abrahán había de ofrecer como sacrificio a Isaac, estaba al lado mismo del monte Sion, al norte de éste, y fue más tarde incluido dentro de la ciudad de Sion o Jerusalén.

La fecha de esta celebración fue el 26 de marzo de 1918, un martes por la noche. Vea The Watch Tower del 1 de abril de 1918, páginas 110, 111.

Vea The Watch Tower de 1925, páginas 22, 44, 45, 75, 167, 215, 277, 343, 382.

Vea The Bible as History, por W. Keller, páginas 287, 289, Edición de Londres. También el suplemento de la Concordance de Young (edición de 1879), páginas 33, 34.

Debe recordarse que la cruz enhiesta era el símbolo sagrado del dios babilonio Tamuz. Por lo tanto el Dr. Alexander Hislop sostiene que lo que Constantino realmente vio, si el informe es cierto, fue la letra griega Khi (X), que se parece a la letra española X, y que es la primera letra de la palabra Khristós o Cristo.

Vea la Cyclopædia de M’Clintock y Strong, tomo 7, página 45a. También Am1, tomo 2, página 250a.

En cuanto a otros efectos del Concilio de Nicea, Am1, tomo 16, páginas 65, 66, nos dice: “La ley de Israel había llegado a ser más que la Biblia, y ya no se pensaba que la vida de Israel dependía de la posesión de Palestina. . . . No pudiendo [después de 135 A.C.] disfrutar del descanso ni la paz en el terreno de Palestina, los judíos pronto encontraron camino a la siempre amigable Babilonia, donde muchos de sus hermanos residían. Los rabinos, a quienes se les había prohibido erigir escuelas en la Tierra Santa, las establecieron en Babilonia. . . . El residir en Palestina fue hecho cada vez más imposible para los judíos. En Palestina, comenzando con el Concilio de Nicea (325), los judíos estaban expuestos finalmente a las hostilidades de la Iglesia, así como a las de la Roma imperial; mientras que, por otra parte, se les otorgaba trato justo en la Babilonia neopersa. En Babilonia tenían un cabeza político en el ‘Exilarca’, y autoridades religiosas en los ‘Gueonim’ de las academias. Fue en estas escuelas que a la Biblia se le dio su forma canónica actual, que se fijó la manera de indicar las vocales del texto hebreo de las Escrituras, que se crearon los muchos Midrashim [comentarios sobre el canon de la Biblia], que se hicieron añadiduras al libro de oraciones, y que se establecieron muchas ceremonias.

“No hay que decir que los puestos de honor que se ofrecían a los judíos de Babilonia llenaron de ambición a los más prominentes entre ellos. . . .”

“En el gran templo de Babilonia se exhibía la imagen dorada del Sol para ser adorada por los babilonios.”—Página 162 de The Two Babylons, por el Dr. Alexander Hislop.

Vea The Papacy; Its Historic Origin and Primitive Relations with the Eastern Churches, por Abbé Guettée, D.D., traducido de la edición francesa de 1866. El autor fue un católico francés, no un protestante. Vea las páginas 31, 347-352, 374, 375 de su libro.

Walter Kolarz, en su libro Religion in the Soviet Union, página 56, de su edición inicial de 1961.

Vea las páginas 56, 57 de Religion in the Soviet Union, por Walter Kolarz.

Se considera significativo el hecho de que, según un despacho noticiero de Prensa Asociada fechado Ciudad del Vaticano, 7 de marzo de 1963, el papa Juan XXIII inesperadamente llamó a Aleksei Adzhubei, el yerno del entonces primer ministro ruso Nikita Khrushchev, a una audiencia privada aquel día, y los dos charlaron por dieciocho minutos en la biblioteca del papa. Adzhubei era director del periódico comunista Izvestia. La revista estadounidense Time del 15 de marzo de 1963 dijo lo siguiente bajo el encabezamiento “Papa se reúne con comunista” en la página 53: “Por primera vez en la historia, un papa de la Iglesia Católica Romana . . . recibió un encumbrado líder soviético,” y habló de una “relación que va haciéndose cálida entre Roma y Moscú.”

Vea la página 284 de New Light on Martin Luther, por Albert Hyma, profesor de historia, Universidad de Michigan, edición de 1958.

Vea “Luther’s 95 Theses” (Las 95 tesis de Lutero) en The Golden Age del 9 de abril de 1924, páginas 440-446; también “Martin Luther Said” (Martín Lutero dijo), en GA del 23 de abril de 1924, página 462; también “Martin Luther on the Soul Question” (Martín Lutero sobre la cuestión del alma), en GA del 15 de diciembre de 1926, página 175.

Vea History of the Reformation in Germany, por Von Ranke, edición de Nueva York de 1905. Vea The Golden Age del 30 de diciembre de 1936, páginas 206-208.

“Un territorio extendido que por lo general comprende un grupo de naciones, estados o pueblos bajo el control o dominación de un solo poder soberano.”—Third New International Dictionary, de Webster, Edición de 1961, página 743a.

Por lo tanto, un imperio es mayor que un reino o una nación.

Vea The Watch Tower del 15 de septiembre de 1919, páginas 279-281; y del 1 de octubre de 1919, páginas 292, 298.